"Cuando los demás entran en escena, nace la ética"
Umberto Eco
El otro nos es presente de un modo manifiesto en la experiencia de la mirada, que es la experiencia fundamental en la comunicación. Cuando sentimos que alguien nos mira, sentimos que estamos ante otra subjetividad, ante otra conciencia, no ante un mero objeto; el otro que se nos hace presente.
El análisis de la mirada se inserta en el contexto del “estar-con”, esto es, del encuentro con el otro, de la convivencia. Desde la perspectiva fenomenológica la existencia del hombre se realiza siempre en convivencia con los otros: se requiere de una abstracción muy artificiosa para pensar una existencia humana “pura” y aislada, como la que presenta Descartes.
Mirar y ser mirado: nuestros gestos son autobiográficos, estamos siempre construyendo mundos subjetivos sobre todo en nuestras inefables y fugaces expresiones que usualmente nos pasan desapercibidas en nuestra vida cotidiana.
¿Cuántas veces observamos el rostro del otro y nos surge alguna interpretación? ¿Somos conscientes de sus diferentes expresiones? ¿Cuántas veces nos perdemos la oportunidad de darnos cuenta del otro por nos observar su lenguaje o comunicación gestual?
¿De qué habla mi mirada?
¿Cuáles son mis características más auténticas que el otro no imagina de mí?
¿Qué escondo cuando me muestro?